Colombia reporta un crecimiento económico moderado en el tercer trimestre de 2024: ¿avance suficiente o estancamiento enmascarado?
COLOMBIA (Noviembre 18 de 2024). El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) informó que el Producto Interno Bruto (PIB) de Colombia creció un 2,0% en el tercer trimestre de 2024 en comparación con el mismo periodo del año anterior. Si bien este dato refleja una mejora respecto a trimestres previos, el crecimiento de apenas 0,2% frente al trimestre inmediatamente anterior, ajustado por efectos estacionales, plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de la recuperación económica del país.
Entre los sectores más destacados, la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca creció un impresionante 10,7%, representando 1,1 puntos porcentuales de la variación total del PIB. Por otro lado, actividades como las artísticas y de entretenimiento mostraron un incremento significativo del 14,1%. Sin embargo, sectores clave como la explotación de minas y canteras y las industrias manufactureras registraron caídas de -7,1% y -1,3%, respectivamente, lo que evidencia retos estructurales en áreas tradicionales de la economía colombiana.
En el análisis del gasto, la formación bruta de capital creció un llamativo 22,7%, lo que podría interpretarse como un signo de confianza en la inversión. No obstante, el decrecimiento del 0,6% en el consumo final, junto con el aumento del 11,0% en importaciones, sugiere que la demanda interna aún enfrenta presiones significativas.
Aunque el crecimiento del 2,0% puede interpretarse como una señal de recuperación frente a la contracción observada durante la pandemia y otros periodos recientes, persiste la preocupación sobre la falta de dinamismo en sectores estratégicos y la fragilidad del consumo interno. Además, el contexto inflacionario global y las políticas económicas del gobierno actual podrían estar limitando el potencial de expansión.
En un momento donde la región enfrenta desafíos económicos significativos, el desempeño de Colombia en este trimestre plantea la pregunta: ¿es este un paso hacia una recuperación más sólida, o un espejismo que oculta problemas estructurales más profundos? La respuesta dependerá de la capacidad del país para diversificar su economía, mejorar su competitividad y fomentar una demanda interna sostenible.